Reinvención es la palabra más frecuente en boca de arquitectos durante los últimos años. Acostumbrados a solucionar problemas de diseño para hacer espacios más habitables y armoniosos con el medio ambiente, la recesión económica también los ha puesto a diseñarse alternativas para enfrentar los retos de la profesión.
Ya se habla que la presente situación supera la acontecida a principio de los 70 debido a la crisis del petróleo, cuando igual quedaron muchos edificios a medio construir, cayó el precio de las estructuras y hubo una emigración de arquitectos.
Las oportunidades de trabajo escasean y los proyectos que quedan se buscan comisionar a bajo costo, lo que igual le reduce las ganancias a los arquitectos. Los ingenieros y demás profesionales vinculados a la construcción andan por el mismo camino.
Para el arquitecto Doel Fresse, son muchos los arquitectos que se están reinventando, “pero es complicado porque cuando estudias arquitectura es difícil deshacerte de eso aunque intentes cambiarte de carrera o hacer otras cosas”. No obstante dijo que la situación económica y la falta de trabajo los ha llevado a explorar carreras afines u otras como la administración de empresas, o diseño paisajista, “pero a veces son cosas que no tienen mucho campo aquí y tampoco en otros países, porque esto es una situación global”.
Fresse, quien tras probar suerte en una firma de arquitectos con otros colegas en México, regresó a la Isla y ahora labora a tiempo parcial para una firma privada. “Aquí el problema también es el enfoque de la arquitectura, porque se debería trabajar más con lo construido, con esos centros urbanos, rehabilitar espacios, y el gobierno debe reefocarse en eso, y no tanto a querer construir más”, opinó el joven arquitecto.
“Yo estoy buscando otras opciones, hago diseño gráfico e ilustraciones y me gustaría hacer diseño de productos pero no hay manufactura aquí y todavía no hay la apreciación del diseño por la gente”, señaló Fresse, quien estudió en la Escuela de arquitectura de la Universidad de Puerto Rico y obtuvo un máster en Parson Schools of Design en Nueva York.
Por su parte, Olga Torres, quien tiene una firma de arquitectos con su esposo Eduardo Regis, mencionó que ante la baja significativa en contratos para proyectos “lo que hemos tratado es de diversificarnos y buscar otras cosas. Uno mismo crear proyectos y vender la idea. Vemos proyectos más pequeños, se ha reducido más la oficina, soltamos empleados, muchos se han ido a estudiar, otros dan clases, algunos colegas han cerrado oficinas, ha habido muchos recortes”.
Según Regis, previo a la recesión y la caída del sector hipotecario y el de la construcción, diversos eventos también han incidido sin que la opinión general los identifique. Por jemplo, comentó del cierre de la base militar Roosevelt Roads y como esto redujo el valor de propiedades en la región este y el estancamiento de proyectos.
Igual añadió que tras el cierre del gobierno en 2006, “todo se fue el piso, y a las dos semanas del cierre todos los clientes detuvieron proyectos y sólo un 30% los reanudaron”. Regis explicó que si antes tenían un 75% de su volumen de trabajo en el sector privado, eso se redujo a un 5%.
“Es crítico. Y lo que me preocupa de eso es que esto que está ocurriendo es un barómetro de lo que habrá en años venideros porque no habrán obras significativas en el País. Si ahora no se están sometiendo diseños y pasan dos o tres años en lo que se tramita la aprobación de una obra, no tendremos esa actividad en el futuro inmediato”, manifestó Regis.
Fuente: http://www.cetarq.com.ar//
Ya se habla que la presente situación supera la acontecida a principio de los 70 debido a la crisis del petróleo, cuando igual quedaron muchos edificios a medio construir, cayó el precio de las estructuras y hubo una emigración de arquitectos.
Las oportunidades de trabajo escasean y los proyectos que quedan se buscan comisionar a bajo costo, lo que igual le reduce las ganancias a los arquitectos. Los ingenieros y demás profesionales vinculados a la construcción andan por el mismo camino.
Para el arquitecto Doel Fresse, son muchos los arquitectos que se están reinventando, “pero es complicado porque cuando estudias arquitectura es difícil deshacerte de eso aunque intentes cambiarte de carrera o hacer otras cosas”. No obstante dijo que la situación económica y la falta de trabajo los ha llevado a explorar carreras afines u otras como la administración de empresas, o diseño paisajista, “pero a veces son cosas que no tienen mucho campo aquí y tampoco en otros países, porque esto es una situación global”.
Fresse, quien tras probar suerte en una firma de arquitectos con otros colegas en México, regresó a la Isla y ahora labora a tiempo parcial para una firma privada. “Aquí el problema también es el enfoque de la arquitectura, porque se debería trabajar más con lo construido, con esos centros urbanos, rehabilitar espacios, y el gobierno debe reefocarse en eso, y no tanto a querer construir más”, opinó el joven arquitecto.
“Yo estoy buscando otras opciones, hago diseño gráfico e ilustraciones y me gustaría hacer diseño de productos pero no hay manufactura aquí y todavía no hay la apreciación del diseño por la gente”, señaló Fresse, quien estudió en la Escuela de arquitectura de la Universidad de Puerto Rico y obtuvo un máster en Parson Schools of Design en Nueva York.
Por su parte, Olga Torres, quien tiene una firma de arquitectos con su esposo Eduardo Regis, mencionó que ante la baja significativa en contratos para proyectos “lo que hemos tratado es de diversificarnos y buscar otras cosas. Uno mismo crear proyectos y vender la idea. Vemos proyectos más pequeños, se ha reducido más la oficina, soltamos empleados, muchos se han ido a estudiar, otros dan clases, algunos colegas han cerrado oficinas, ha habido muchos recortes”.
Según Regis, previo a la recesión y la caída del sector hipotecario y el de la construcción, diversos eventos también han incidido sin que la opinión general los identifique. Por jemplo, comentó del cierre de la base militar Roosevelt Roads y como esto redujo el valor de propiedades en la región este y el estancamiento de proyectos.
Igual añadió que tras el cierre del gobierno en 2006, “todo se fue el piso, y a las dos semanas del cierre todos los clientes detuvieron proyectos y sólo un 30% los reanudaron”. Regis explicó que si antes tenían un 75% de su volumen de trabajo en el sector privado, eso se redujo a un 5%.
“Es crítico. Y lo que me preocupa de eso es que esto que está ocurriendo es un barómetro de lo que habrá en años venideros porque no habrán obras significativas en el País. Si ahora no se están sometiendo diseños y pasan dos o tres años en lo que se tramita la aprobación de una obra, no tendremos esa actividad en el futuro inmediato”, manifestó Regis.
Fuente: http://www.cetarq.com.ar//
Arquitectos: a reinventarse
Reviewed by Buzzi Gerardo Andres
on
16:09
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