Marzo. Todo empieza de nuevo. O al menos es lo que parece. Cada aƱo, despuĆ©s de las fiestas de fin de aƱo y los estivales meses de enero y febrero, la rueda de la industria de la construcciĆ³n comienza a girar, o al menos es lo que el imaginario colectivo sostiene.
Como en aƱos anteriores, Ć©ste arquitecto ha enfocado toda su energĆa en captar clientes en esta primera parte del aƱo, de manera de poder recorrer con comodidad, el resto del calendario, viviendo de lo que sabe hacer: Arquitectura.
Primer lunes de marzo, 10 de la maƱana. Suena el celular del arquitecto:
Desconocido: - Hola si, hablo con el arquitecto?-Arquitecto: - Si con el habla, con quiĆ©n tengo el gusto?Desconocido: - Ah, si mire, soy RubĆ©n V., saque su telĆ©fono del aviso del diarioā¦Arquitecto: - Bien, mucho gusto RubĆ©n, usted dirĆ”ā¦RubĆ©n: - Vea arquitecto, tengo intenciones de ampliar mi casa y por lo que leĆ en su aviso, usted se dedica a eso, como podemos hacer para vernos?- Arquitecto: -DĆgame Usted RubĆ©n un dĆa y hora y voy a su casa para que charlemos-RubĆ©n potencial cliente: - Tiene para tomar nota?, Manzana 1, Casa 15, Barrio āEl Horneroā, anotĆ³?-Arquitecto: - Si, cuando le parece?Roberto potencial cliente: Vea, yo salgo de trabajar a las 20, si le parece, 20:30 lo espero el miĆ©rcoles.Arquitecto: Listo, ya lo agendĆ© RubĆ©n nos vemos el miĆ©rcoles entonces, cualquier modificaciĆ³n, avĆseme por favorā¦ AdiĆ³s.-
Si usted es arquitecto, sabrĆ” que esta es una situaciĆ³n frecuente. Ahora, Āæes correcto el proceder del arquitecto? Y digo del arquitecto porque a Ć©l recurre el cliente. Todos los libros de marketing y de servicios dicen que uno debe estar a disposiciĆ³n del cliente, Āæpero cual es el limite?
MiĆ©rcoles, 20:25 hs. Barrio āEl horneroā. El arquitecto llega cinco minutos antes del horario pautado a la cita. Comprueba que la casa de barrio ya ha sido modificada y ampliada, como casi la mayorĆa de las viviendas aledaƱas. Es mas, la casa colindante con la de RubĆ©n potencial cliente, esta en obra.
20:30 con puntualidad britĆ”nica, el arquitecto trata de presionar la ausente tecla del timbre, entonces se percata de la nota escrita sobre cinta adhesiva que notifica āno funcionaā.- El arquitecto atina a golpear las manos, y entonces siente el ladrido de un perro, que por el tono parece ser de una raza pequeƱa. Se escucha una voz femenina pidiĆ©ndole silencio al can, y luego y aun tras la puerta cerrada se escucha la pregunta: -ĀæQuiĆ©n es?...-- El arquitecto!, responde el Ćdem. TenĆa una reuniĆ³n con el seƱor RubĆ©n V. a las 20:30...- agrega.- Ah siā¦- Dice la seƱora y agrega, - Pero mi marido no llega todavĆa- El arquitecto, ante la situaciĆ³n solo responde, - Esta bien, lo esperoā¦-El arquitecto vuelve a su auto masticando un poco de bronca y pensando que a veces no sirve de mucho la puntualidad.21:05. un auto llega a la casa 25 de la manzana 1 y entra en la cochera descubierta. Baja un seƱor que mira de reojo la presencia aun extraƱa del arquitecto estacionado con su auto en la puerta de su casa. Se acerca y preguntaā¦ - Usted es el arquitecto?- -RubĆ©n?- , pregunta el arquitecto. Si! dice RubĆ©nā¦ pase y disculpe la tardanza pero hoy fue un dĆa complicado.-
Acto seguido, RubĆ©n potencial cliente, le muestra la ampliaciĆ³n que pretende hacer: Techar la cochera y sobre ella levantar un dormitorio con baƱo para el hijo que se va a casar el prĆ³ximo aƱo, probablemente. Unos 30 metros cuadrados, tal vez menosā¦
El arquitecto, presto y mostrando voluntad de trabajo, toma notas, mide y saca fotos. Es un profesional y como tal, se comporta ante los ojos del cliente.
RubĆ©n finalmente le pide al arquitecto que si puede hacerle un ācroquisā y un presupuesto, a lo que el arquitecto responde que con mucho gusto y que en un par de dĆas estarĆ” comunicĆ”ndose con el potencial cliente.
Como profesional y hombre de palabra, el arquitecto el dĆa viernes se comunica con RubĆ©n, y acuerdan reunirse de nuevo en casa de este, a las 21 esta vez.
El arquitecto le entrega a RubĆ©n el ācroquisā y un presupuesto aproximado de obra y de sus honorarios por proyecto y direcciĆ³n de obra. RubĆ©n acepta los papeles y tras un breve vistazo le informa al arquitecto que lo llamarĆ” cuando tome una decisiĆ³n.
1 de Abril, 10 de la maƱana. No hubo noticias de RubĆ©n Potencial Cliente. El arquitecto se decide a llamarlo, cosa que no hizo antes para no āpresionarā ni parecer desesperado.
Quiero aclararle que esta historia tiene dos finales, los dos poco felices, elija el que mas le guste.
Final 1: Arquitecto: - Hola RubĆ©n?-RubĆ©n: - Quien habla?-Arquitecto: El arquitecto, como le va?- RubĆ©n: Ah! arquitecto como le vaā¦ mire no lo llame porque decidimos no hacer nada.Arquitecto: ā¦ y puedo saber porque la decisiĆ³n?RubĆ©n: Si mire, preferimos cambiar el auto porque no llegĆ”bamos al presupuesto que nos pasĆ³ā¦ entonces decidĆ cambiar el auto y que espere la casa. Arquitecto: Muy bienā¦ cuando se decida tĆ©ngame en cuentaā¦ AdiĆ³s.Final de la Historia 1.
Final 2: Arquitecto: - Hola RubĆ©n?-RubĆ©n: - Quien habla?-Arquitecto: El arquitecto, como le va?- RubĆ©n: Ah! arquitecto como le vaā¦ (Silencio)Arquitecto: Que pasĆ³ con el proyecto de la ampliaciĆ³n?RubĆ©n: La verdad es que conseguimos un presupuesto mĆ”s barato que el suyo, asĆ que estamos haciendo la obra con un albaƱil. Arquitecto: ā¦. (Silencio) Me podrĆa haber avisado RubĆ©nā¦ me quede esperando su llamado, al menos para decirme que no. Bueno si me necesita para hacer el relevamiento ya sabe mi nĆŗmero. AdiĆ³s.-
Final de la historia 2.-
Veamos y analicemos paso a paso:
Primer error: El arquitecto le pregunta al posible cliente cuando puede recibirlo. A verā¦. Pensemos en un abogado. ImagĆnese usted que por alguna razĆ³n necesita los servicios de un abogado. DĆgame la verdad, lo llama y le dice si puede venir a su casa despuĆ©s de su trabajo? Se imaginarĆ” cual es la respuesta, no del abogado, sino de la secretaria del abogado, verdad?. Seguramente la secretaria le dirĆ” el Dr. Fulano atiende de 16 a 20 en su estudio, previa cita acordada telefĆ³nicamente y los honorarios de la consulta son tantos pesos.
Segundo error: El arquitecto va a la casa del posible cliente y sin aclarar que estĆ” realizando ya un trabajo, releva, mide, fotografĆa y encima se compromete a presentarle un croquis y un presupuesto estimativo 48 horas despuĆ©s, sin siquiera haber mencionado que eso es parte de su trabajo y que debe cobrar honorarios por ello.
Tercer error: El arquitecto finalmente entrega el trabajo que le demandĆ³ tiempo, esfuerzo, creatividad y conocimiento del tema. Sin mĆ”s, va y le deja en mano, el trabajo de dos dĆas de su tarea profesional.
Cuarto error: Esperar que el posible cliente lo llame. Y esperar mucho tiempo que el cliente lo llame.
Quinto error: Ya es demasiado tarde para reclamar honorarios por el tiempo y el conocimiento puesto al servicio del posible cliente. Sino fue aclarado de entrada, ya no habrĆ” forma de reclamar nada.
Esta es la historia del Cliente que no lo fue. De este tipo de historias conozco muchas, incluso con algunos finales mĆ”s patĆ©ticos, como por ejemplo, enterarse que solamente utilizaron al arquitecto para ācompararā precios con el albaƱil que previamente habĆa presupuestado la obra. O peor aĆŗn, haber utilizado la documentaciĆ³n grĆ”fica que presentĆ³ el arquitecto para que el albaƱil de confianza se ādiera una ideaā de cĆ³mo hacer el proyecto.
Entonces, si Usted es un profesional, actĆŗe como tal. Si usted es un potencial cliente, no se asuste, sorprenda u ofenda si en la primera reuniĆ³n le dicen que le van a cobrar por cada tarea que realice el profesional. De esta manera cada quien obtiene lo suyo, y todos en paz.
Arq. CARLOS GRISOLĆA
Director de CETArq.
http://www.cetarq.com.ar/
Como en aƱos anteriores, Ć©ste arquitecto ha enfocado toda su energĆa en captar clientes en esta primera parte del aƱo, de manera de poder recorrer con comodidad, el resto del calendario, viviendo de lo que sabe hacer: Arquitectura.
Primer lunes de marzo, 10 de la maƱana. Suena el celular del arquitecto:
Desconocido: - Hola si, hablo con el arquitecto?-Arquitecto: - Si con el habla, con quiĆ©n tengo el gusto?Desconocido: - Ah, si mire, soy RubĆ©n V., saque su telĆ©fono del aviso del diarioā¦Arquitecto: - Bien, mucho gusto RubĆ©n, usted dirĆ”ā¦RubĆ©n: - Vea arquitecto, tengo intenciones de ampliar mi casa y por lo que leĆ en su aviso, usted se dedica a eso, como podemos hacer para vernos?- Arquitecto: -DĆgame Usted RubĆ©n un dĆa y hora y voy a su casa para que charlemos-RubĆ©n potencial cliente: - Tiene para tomar nota?, Manzana 1, Casa 15, Barrio āEl Horneroā, anotĆ³?-Arquitecto: - Si, cuando le parece?Roberto potencial cliente: Vea, yo salgo de trabajar a las 20, si le parece, 20:30 lo espero el miĆ©rcoles.Arquitecto: Listo, ya lo agendĆ© RubĆ©n nos vemos el miĆ©rcoles entonces, cualquier modificaciĆ³n, avĆseme por favorā¦ AdiĆ³s.-
Si usted es arquitecto, sabrĆ” que esta es una situaciĆ³n frecuente. Ahora, Āæes correcto el proceder del arquitecto? Y digo del arquitecto porque a Ć©l recurre el cliente. Todos los libros de marketing y de servicios dicen que uno debe estar a disposiciĆ³n del cliente, Āæpero cual es el limite?
MiĆ©rcoles, 20:25 hs. Barrio āEl horneroā. El arquitecto llega cinco minutos antes del horario pautado a la cita. Comprueba que la casa de barrio ya ha sido modificada y ampliada, como casi la mayorĆa de las viviendas aledaƱas. Es mas, la casa colindante con la de RubĆ©n potencial cliente, esta en obra.
20:30 con puntualidad britĆ”nica, el arquitecto trata de presionar la ausente tecla del timbre, entonces se percata de la nota escrita sobre cinta adhesiva que notifica āno funcionaā.- El arquitecto atina a golpear las manos, y entonces siente el ladrido de un perro, que por el tono parece ser de una raza pequeƱa. Se escucha una voz femenina pidiĆ©ndole silencio al can, y luego y aun tras la puerta cerrada se escucha la pregunta: -ĀæQuiĆ©n es?...-- El arquitecto!, responde el Ćdem. TenĆa una reuniĆ³n con el seƱor RubĆ©n V. a las 20:30...- agrega.- Ah siā¦- Dice la seƱora y agrega, - Pero mi marido no llega todavĆa- El arquitecto, ante la situaciĆ³n solo responde, - Esta bien, lo esperoā¦-El arquitecto vuelve a su auto masticando un poco de bronca y pensando que a veces no sirve de mucho la puntualidad.21:05. un auto llega a la casa 25 de la manzana 1 y entra en la cochera descubierta. Baja un seƱor que mira de reojo la presencia aun extraƱa del arquitecto estacionado con su auto en la puerta de su casa. Se acerca y preguntaā¦ - Usted es el arquitecto?- -RubĆ©n?- , pregunta el arquitecto. Si! dice RubĆ©nā¦ pase y disculpe la tardanza pero hoy fue un dĆa complicado.-
Acto seguido, RubĆ©n potencial cliente, le muestra la ampliaciĆ³n que pretende hacer: Techar la cochera y sobre ella levantar un dormitorio con baƱo para el hijo que se va a casar el prĆ³ximo aƱo, probablemente. Unos 30 metros cuadrados, tal vez menosā¦
El arquitecto, presto y mostrando voluntad de trabajo, toma notas, mide y saca fotos. Es un profesional y como tal, se comporta ante los ojos del cliente.
RubĆ©n finalmente le pide al arquitecto que si puede hacerle un ācroquisā y un presupuesto, a lo que el arquitecto responde que con mucho gusto y que en un par de dĆas estarĆ” comunicĆ”ndose con el potencial cliente.
Como profesional y hombre de palabra, el arquitecto el dĆa viernes se comunica con RubĆ©n, y acuerdan reunirse de nuevo en casa de este, a las 21 esta vez.
El arquitecto le entrega a RubĆ©n el ācroquisā y un presupuesto aproximado de obra y de sus honorarios por proyecto y direcciĆ³n de obra. RubĆ©n acepta los papeles y tras un breve vistazo le informa al arquitecto que lo llamarĆ” cuando tome una decisiĆ³n.
1 de Abril, 10 de la maƱana. No hubo noticias de RubĆ©n Potencial Cliente. El arquitecto se decide a llamarlo, cosa que no hizo antes para no āpresionarā ni parecer desesperado.
Quiero aclararle que esta historia tiene dos finales, los dos poco felices, elija el que mas le guste.
Final 1: Arquitecto: - Hola RubĆ©n?-RubĆ©n: - Quien habla?-Arquitecto: El arquitecto, como le va?- RubĆ©n: Ah! arquitecto como le vaā¦ mire no lo llame porque decidimos no hacer nada.Arquitecto: ā¦ y puedo saber porque la decisiĆ³n?RubĆ©n: Si mire, preferimos cambiar el auto porque no llegĆ”bamos al presupuesto que nos pasĆ³ā¦ entonces decidĆ cambiar el auto y que espere la casa. Arquitecto: Muy bienā¦ cuando se decida tĆ©ngame en cuentaā¦ AdiĆ³s.Final de la Historia 1.
Final 2: Arquitecto: - Hola RubĆ©n?-RubĆ©n: - Quien habla?-Arquitecto: El arquitecto, como le va?- RubĆ©n: Ah! arquitecto como le vaā¦ (Silencio)Arquitecto: Que pasĆ³ con el proyecto de la ampliaciĆ³n?RubĆ©n: La verdad es que conseguimos un presupuesto mĆ”s barato que el suyo, asĆ que estamos haciendo la obra con un albaƱil. Arquitecto: ā¦. (Silencio) Me podrĆa haber avisado RubĆ©nā¦ me quede esperando su llamado, al menos para decirme que no. Bueno si me necesita para hacer el relevamiento ya sabe mi nĆŗmero. AdiĆ³s.-
Final de la historia 2.-
Veamos y analicemos paso a paso:
Primer error: El arquitecto le pregunta al posible cliente cuando puede recibirlo. A verā¦. Pensemos en un abogado. ImagĆnese usted que por alguna razĆ³n necesita los servicios de un abogado. DĆgame la verdad, lo llama y le dice si puede venir a su casa despuĆ©s de su trabajo? Se imaginarĆ” cual es la respuesta, no del abogado, sino de la secretaria del abogado, verdad?. Seguramente la secretaria le dirĆ” el Dr. Fulano atiende de 16 a 20 en su estudio, previa cita acordada telefĆ³nicamente y los honorarios de la consulta son tantos pesos.
Segundo error: El arquitecto va a la casa del posible cliente y sin aclarar que estĆ” realizando ya un trabajo, releva, mide, fotografĆa y encima se compromete a presentarle un croquis y un presupuesto estimativo 48 horas despuĆ©s, sin siquiera haber mencionado que eso es parte de su trabajo y que debe cobrar honorarios por ello.
Tercer error: El arquitecto finalmente entrega el trabajo que le demandĆ³ tiempo, esfuerzo, creatividad y conocimiento del tema. Sin mĆ”s, va y le deja en mano, el trabajo de dos dĆas de su tarea profesional.
Cuarto error: Esperar que el posible cliente lo llame. Y esperar mucho tiempo que el cliente lo llame.
Quinto error: Ya es demasiado tarde para reclamar honorarios por el tiempo y el conocimiento puesto al servicio del posible cliente. Sino fue aclarado de entrada, ya no habrĆ” forma de reclamar nada.
Esta es la historia del Cliente que no lo fue. De este tipo de historias conozco muchas, incluso con algunos finales mĆ”s patĆ©ticos, como por ejemplo, enterarse que solamente utilizaron al arquitecto para ācompararā precios con el albaƱil que previamente habĆa presupuestado la obra. O peor aĆŗn, haber utilizado la documentaciĆ³n grĆ”fica que presentĆ³ el arquitecto para que el albaƱil de confianza se ādiera una ideaā de cĆ³mo hacer el proyecto.
Entonces, si Usted es un profesional, actĆŗe como tal. Si usted es un potencial cliente, no se asuste, sorprenda u ofenda si en la primera reuniĆ³n le dicen que le van a cobrar por cada tarea que realice el profesional. De esta manera cada quien obtiene lo suyo, y todos en paz.
Arq. CARLOS GRISOLĆA
Director de CETArq.
http://www.cetarq.com.ar/
El cliente que no fue
Reviewed by Buzzi Gerardo Andres
on
19:58
Rating: